Los suelos laminados requieren un mantenimiento adecuado para conservar su mejor aspecto. La limpieza periódica es esencial. Barrer o aspirar con un cepillo suave puede ayudar a eliminar la suciedad y los residuos que pueden causar arañazos o daños en la superficie. Evite utilizar una aspiradora con una barra batidora o un accesorio con alambres demasiado duros, ya que pueden causar arañazos.
A la hora de fregar el suelo, no olvide utilizar una fregona húmeda, no empapada. Un exceso de humedad puede dañar la madera y deformarla.. Utilice un limpiador suave formulado específicamente para este tipo de suelos y evite los productos químicos agresivos o los limpiadores abrasivos.
A proteger su suelo laminado de arañazos y abolladuras también es importante. Coloque almohadillas de fieltro bajo las patas de los muebles y utilice alfombras en zonas de mucho tránsito para evitar que se desgasten. Evite llevar tacones altos o zapatos con tacones afilados, ya que pueden causar daños y arañazos.
Además de la limpieza y el mantenimiento periódicos, es importante prestar atención al entorno de su hogar. Evite exponer el suelo de madera a la luz directa del sol o a temperaturas extremas, ya que pueden causar decoloración o daños.
Siguiendo estos consejos esenciales para el cuidado de su suelo laminado, puede asegurarse de que se mantenga en las mejores condiciones durante muchos años. Nuestro equipo de expertos también puede orientarle sobre el mantenimiento y cuidado adecuados para ayudarle a sacar el máximo partido a su inversión.
